jueves, mayo 11, 2006

Libros 2006 II


Ya me termine el segundo libro de Narnia y ahora he comenzado a leerme “Nuestra señora de Paris” de Victor Hugo. Es algo más denso a la hora de leer pero ya me voy acostumbrando. Es más denso y más extenso, así que tardaré un poquito más.

-El león, la bruja y el armario, de C S Lewis, no está mal pero después de leer “El señor de los anillos” se queda en algo muy descafeinado.

Por otro lado quiero contaros que nunca se sabe donde va a saltar la liebre y espero no dejar de asombrarme de lo inesperado que puede ser cualquiera de las cosas que estés haciendo.

Estaba tranquilamente leyendo “Nuestra señora de Paris”, cuando leo lo siguiente: “ Os digo que éste es el fin del mundo, jamás se han visto tales desmanes entre los estudiantes y todo ello es debido a los malditos inventos modernos que echan todo a perder; las artillerías las serpentinas, las bombardas, pero sobre todo la imprenta, esa peste llegada de Alemania. Ya no se hacen libros ni manuscritos, la imprenta hunde a la librería. Esto es el fin del mundo.”

Sólo hay que cambiar dos palabras o una y tenemos un comentario que se podría leer u oir en cualquier sitio o cualquier día.

Y además un par de páginas después leo: “-Es verdad, y para refrescar a los que pasaban -decía Gisquette- la fuente manaba chorros de vino, de leche y de hipocrás para que bebiera quien quisiera.”

Hipocrás: Bebida de la antigüedad preparada con vino, miel o azúcar y especies como la nuez moscada, canela, clavo, etc. muy apreciada desde la Edad Media hasta el siglo XVIII. Se aplica en la actualidad a cualquier vino con especias.

Todo esto al día siguiente de mantener una conversación de cómo se
bebía en la antigüedad el vino.

Después de 200 años seguimos hablando de las mismas cosas.